Carta a quien visita a un recién nacido

Querido visitante,

Es un placer recibirte en nuestra casa durante este momento tan importante y especial en nuestras vidas. Sé que es emocionante y quieres estar aquí; estás ansioso por conocer al nuevo bebé.

Antes de que vengas a vernos, quiero que sepas que:

También nació una nueva mujer a quien estoy conociendo y tratando de amar, al mismo tiempo que estoy en duelo por la mujer que ya no seré.

No necesito tu opinión, ni tus consejos. No importa si tienes 1 o 13 hijos, nietos o sobrinos; o cuanta experiencia tengas,

No necesito saber qué tan bien le va a tu hermana o tu vecina.

Esta es mi maternidad y necesito espacio para entender lo que puedo hacer y decidir lo que es mejor para mi bebé.

No necesito que tomes a mi bebé. Si lo haces y te pido que me lo regreses, regrésalo.
Tampoco necesito que me “ayudes” sosteniendo a mi bebé para que yo atienda la casa.
Pero si gustas lavar un plato, o dos; pasar la aspiradora o poner una lavadora. Por favor, hazlo.

Entiende que es muy probable que queramos estar solos y/o que necesitemos descansar, así que procura que tu visita sea breve a menos que te pidamos lo contrario. Esto no quiere decir que no te queramos.

No necesito que me digas que no puedo quejarme, “pues yo quería ser mamá”.
Porque necesito desahogarme.
Necesito decirte que esto me fascina y que al mismo tiempo quiero salir corriendo. Y eso no significa que no ame a mi bebé.

Esta es una etapa que puede ser abrumante y seguro habrá altibajos emocionales. Necesito que me escuches sin tener que decir nada.

Necesito que me apoyes y me sostengas.

Necesito saber que no estoy sola, que cuento contigo mientras lucho por reconocerme.

Gracias nuevamente por estar presente.

Atentamente,
Una nueva mamá

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