Cuando Todo el Mundo Está Triunfando (Y Yo Solo Estoy… Aquí)
La otra noche, estaba viendo Instagram —cansada, buscando un respiro mental— y vi un post de una mamá que sigo desde antes de ser mamá. La he seguido por años. No nos conocemos realmente, pero siento que de alguna manera hemos crecido juntas: relaciones, bebés, maternidad. Nuestros hijos tienen edades parecidas.
Y últimamente, ella ha estado compartiendo estas actualizaciones: renovando la casa de sus sueños, lanzaron un producto, anunció que terminó de escribir un libro. Todo al mismo tiempo.
Y lo único que sentí fue un peso en el pecho.
Yo también he querido esas cosas.
He soñado con escribir, con crear algo que sea mío, con sentir que me estoy moviendo, avanzando —tener esos momentos de “¡lo logré!”.
Pero ni siquiera he podido terminar uno solo de esos sueños.
En cambio… estoy aquí.
Haciendo malabares con un trabajo a tiempo completo y dos niños pequeños.
Tratando de ayudarlos a manejar sus emociones, intentando ser madura y estar emocionalmente presente mientras yo misma apenas me sostengo.
Y en ese momento, me cayó todo encima.
Ni siquiera tengo a alguien cerca con quien tomarme un café.
Minutos después, vi otro post —esta vez de una amiga de hace años— compartiendo su nuevo proyecto hecho realidad. Otra idea creativa que ya está viendo la luz.
Y otra vez sentí ese vacío.
Porque ahora mismo, ni siquiera logro dar con una idea que me emocione o que también se sienta posible.
Lo que quiero necesita tiempo que no tengo o plata que no puedo gastar.
Y de repente, empezó la vocecita interna:
“Estás quedándote atrás.”
“No eres suficiente para esto.”
“No tienes lo que hace falta.”
Frustración. Tristeza. Culpa. Agotamiento. Todo junto.
No ha habido un momento mágico de claridad desde entonces —ninguna revelación profunda que lo arreglara todo, todavía.
Sigo aquí. Sigo tratando de entender.
Sigo preguntándome cómo se ve mi versión del éxito… y si tengo derecho a querer más, aún teniendo ya tanto entre manos.
Pero capaz eso está bien.
Capaz. nombrarlo es el primer paso.
¡Gracias por leerme!
Si esto resuena contigo, me encantaría saberlo. Déjame un comentario, mándame un mensajito, o simplemente tómate un momento para respirar.
Estamos todas en esto juntas, y a veces solo saber eso ya hace toda la diferencia.
—Dalia 🤍

