Guerras de juguetes: Cómo manejar los conflictos entre hermanos sin perder la paciencia

Ah, las peleas entre hermanos. Si tu casa es como la mía, seguro has presenciado batallas épicas por el mismo juguete: un juguete que, hace cinco minutos, a ninguno de los dos les interesaba. Pero ahora, de repente, es la posesión más preciada del universo.

Como mamá de un niño de 3 años y una niña de 20 meses, vivo esto a diario. Y déjame decirte: mediar en las guerras de juguetes es una habilidad que nunca pensé que necesitaría. Pero antes de continuar, quiero ser honesta: no soy experta, y definitivamente no soy una mamá perfecta. Hay momentos en los que pierdo la paciencia, levanto la voz o quiero esconderme en el baño solo para escapar del caos. La realidad es que la mayoría de nosotras estamos aprendiendo a manejar nuestras emociones al mismo tiempo que enseñamos a nuestros hijos a hacerlo. Pero voy aprendiendo sobre la marcha, y quizá estos consejos también puedan ayudarte.

¿Por qué pelean los hermanos por los juguetes?

Antes de hablar de soluciones, es importante entender por qué ocurre esto:

  1. Etapa de desarrollo: Los niños pequeños son naturalmente egocéntricos. Compartir es una habilidad que se aprende, no algo innato.
  2. Curiosidad: Los niños siempre quieren lo que tiene el otro; es el clásico caso de “el césped es más verde del otro lado.”
  3. Búsqueda de atención: A veces, la pelea no es por el juguete en sí, sino por quién consigue primero la atención de mamá o papá.

Cómo manejar las guerras de juguetes entre hermanos

Aquí tienes algunas técnicas probadas para manejar las disputas sin perder la paciencia:

1. Establece reglas claras

Desde el principio, establece reglas sobre compartir los juguetes. Mantenlas simples:

  • “Los juguetes son para compartir.”
  • “Tomamos turnos cuando alguien más está jugando con un juguete.”
    Repite estas reglas con frecuencia, especialmente cuando todo esté tranquilo.

2. Rota los juguetes

Si tienes una estantería llena de juguetes, guarda algunos y cámbialos semanalmente. Esto mantiene los juguetes interesantes y reduce la competencia por los mismos objetos.

3. Introduce juguetes personales

Está bien que cada niño tenga un juguete especial que sea exclusivamente suyo. Déjales claro que todo lo demás forma parte de la colección familiar y debe compartirse.

4. Usa un temporizador

La clásica estrategia de “tomar turnos” funciona de maravilla. Pon un temporizador de 2-3 minutos, y cuando suene, es el turno del otro niño. Consejo extra: a los niños les encanta presionar el botón del temporizador, ¡déjalos hacerlo!

5. Redirige y distráelos

Cuando la tensión esté aumentando, redirige a uno de los niños hacia otro juguete o actividad. Por ejemplo:

  • “N, ¿me ayudas a construir una torre mientras E termina de jugar con el coche?”

6. Fomenta el trabajo en equipo

Introduce juguetes o actividades que requieran colaboración, como rompecabezas, bloques de construcción o juegos de rol. Esto cambia el enfoque de “mío” a “nuestro.”

7. Mantén la calma y sé neutral

Es tentador intervenir y tomar partido, pero en lugar de eso, prueba con:

  • “Veo que ambos quieren el mismo juguete. Busquemos una solución juntos.”
    Esto enseña habilidades de resolución de problemas y les hace sentir escuchados.

8. Elogia el compartir y la amabilidad

Cuando compartan o tomen turnos, ¡celebra el momento! El refuerzo positivo funciona de maravilla.

  • “¡Wow, E, qué amable fuiste al compartir tu muñeca con N!”

9. Elige Tus batallas

No todas las discusiones necesitan intervención. A veces, dejar que resuelvan las cosas por sí mismos ayuda a desarrollar habilidades de resolución de conflictos. Intervén solo si la situación se intensifica.

Cuando sientes que estás perdiendo la paciencia

Habrá días en los que las peleas parecerán interminables. Y habrá días en los que habrás probado todas las estrategias y sentirás que nada funciona. En esos días, recuérdate: no están peleando para volverte loca (aunque lo parezca). Están aprendiendo cómo manejar relaciones, y tú eres su guía.

Respira profundo, quizás entra al baño para un “tiempo fuera de mamá,” y recuerda: esto también pasará.


Los conflictos entre hermanos por los juguetes son una parte normal de la infancia. Con consistencia, paciencia y algunas estrategias a tu disposición, podrás ayudar a tus pequeños a aprender el arte de compartir –y quizá disfrutar de unos momentos de paz.

Además, si pierdes la paciencia a veces, no estás sola. Ser mamá es difícil, y estás haciendo lo mejor que puedes. Así que date un respiro, toma tu café y recuerda que no estás sola en esto.

¿Cuál es tu estrategia para manejar las peleas entre hermanos? ¡Me encantaría leerte en los comentarios!