Las 10 Cosas que Sé Sobre la Maternidad (Que Nadie Me Advirtió)

La maternidad está llena de sorpresas—algunas divertidas, otras completamente caóticas—que nadie te advierte.

Cuando me convertí en mamá, pensé que mágicamente sabría qué hacer, porque eso es lo que todos dicen, ¿no? Spoiler: eso no pasó. En lugar de una “descarga instantánea de sabiduría maternal,” me encontré aprendiendo día a día, desorden a desorden.

Con el tiempo, he aprendido algunas cosas—unas grandes, otras pequeñas, unas muy obvias, pero todas importantes. Aunque la mayoría de los días sigo improvisando, aquí están 10 cosas sobre la maternidad que nadie me advirtió. ¡Prepárate para reír, asentir y decir, “¡Así soy yo!”


1. Tu cuerpo se convierte en un gimnasio
Olvídate de los gimnasios elegantes; tus hijos te usarán como un trampolín humano, sin previo aviso. Desarrollarás músculos que no sabías que existían.

2. Siempre falta un calcetín
No importa cuántos compres, siempre hay uno que desaparece. Parece que están en un club secreto.

3. Hablarás fluido ‘toddler’
Es un idioma de gruñidos, palabras a medias y señas. “Baba” puede significar tetero, manta o banana. Tranquila, lo descifrarás… justo cuando dejen de usarlo.

4. El silencio es aterrador
Para una mamá, el silencio no significa paz. Si está todo muy callado, algo está roto, derramado, o hay pintura donde no debe haber.

5. Googlearás cosas rarísimas
“¿Pueden los niños comer comida de perro?” “¿Por qué mi hijo lame todo?” A este punto, podrías escribir tu propio diario médico con la cantidad de veces que has buscado “¿es normal?”

6. Usarás la misma ropa por días
Ese lindo guardarropa de antes del bebé… ahora es ropa de “algún día”. Te pasearás en los mismos leggings y camisetas anchas como si fueran uniforme. Esos pantalones de yoga, nunca han visto un tapete de yoga.

7. El sueño es un mito
Dormir es para los débiles—o para la gente sin hijos. Sobrevivirás a base de cafeína y pura voluntad.

8. Objetos aleatorios se volverán tesoros
Esa piedra que tu hijo encontró en el jardín: oro puro. Ese papel arrugado que pintaron: una obra de arte. De repente, eres curadora de un museo de “¿qué es esto?”

9. Buena suerte viendo algo que no sea caricaturas
¿Recuerdas esos días de maratones en Netflix? Olvídalo. Ahora todo es Paw Patrol, con un toque de “let it go” de Frozen. Incluso tu tiempo a solas será invadido por canciones de niños.

10. Cada día está lleno de sorpresas
Algunas son dulces, como abrazos inesperados. Otras involucran cosas pegajosas en lugares que no deberían estar.


    La maternidad es como una mezcla de comedia y juego de supervivencia. Es desordenada, impredecible, pero está llena de momentos que te hacen reír, incluso cuando quieres llorar.

    Pero la verdad es que amarás más fuerte de lo que jamás pensaste. Las noches sin dormir, los berrinches, el desorden pegajoso—todo desaparece cuando tu hijo te abraza de la nada o dice: “Te quiero, mami.”

    La maternidad es una montaña rusa, pero wow, ¡vale la pena!

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